11.2.17

Mis cuentos (XV): Y sonó la campana...



Vueltas, vueltas y más vueltas era la quinta noche que cenaba lo mismo…ya ni esperaba que estuviese terminado, lo sacaba del microondas cuando le parecía que estaba hecho…
Recordaba cómo en sus inicios de su relación y vida con Rocío era tradicional que la campana del microondas donde calentaban su cena en común les pillase enfrascados haciendo el amor después de una ducha reparadora postlaboral.
La verdad es que Germán estaba triste, él había pensado que aquella relación sería para siempre, echaba de menos sus besos y sus caricias, y el dichoso microondas los traía a su mente.
Era sábado, Germán había salido a cenar con Carmen, esa compañera del trabajo que le resultaba tan simpática y con la que perdió aquella apuesta sobre el número de “me gustas” que recibiría aquel video de la caída en la cena de Navidad de la empresa.
-          Pues sí, chico, el guacamole está insuperable, no has escatimado en gastos y estás pagando la apuesta con toda la dignidad.
Germán percibió un cambio, aquellos ojos le miraban de forma diferente…aquella no era una mirada de simpatía…esa caída de mirada significaba otra cosa…
Tras la cena, vinieron los postres, y tras éstos las copas…
-          Germán, ¿te tomas una última copa en mi casa?
-          Pues…una copa no…pero aunque no quede muy atractivo…te lo cambio por una infusión…que creo que ya he bebido de sobra…
-          ¿Una infusión? Ja, ja, ja…vale, alguna tendré
Los besos se hicieron más largos en el ascensor…
-          Bueno, te voy a preparar tu infusión…
El microondas dio vueltas y vueltas…

Sonó la campana, Carmen fue a preparar la infusión y cuando regresó al salón, encontró a Germán llorando a moco tendido. 


Un saludo a tod@s.


El corazón es centro, porque es lo único de nuestro ser que da sonido.
María Zambrano (1904-1991) Filósofa y ensayista española.

2 comentarios:

Aurelio Bonilla dijo...

Jajajajajaja! Quillo, er German supera ar David... jajajajaja!

Anastasio Pineda dijo...

Pobrecito... un sensible